Cultura

Vivimos en tiempos sin precedentes. Después de sufrir los efectos económicos de una pandemia que afectó a múltiples sectores por las restricciones a la movilidad y a la presencialidad, nos enfrentamos a realidades nuevas y cambios en los hábitos de consumo que llegaron para quedarse.

La cultura es sin duda uno de los sectores más afectados por esta nueva realidad. La pandemia aceleró lo inevitable y dejó una enseñanza clara: ya no es opcional que los productos y servicios culturales además de cautivar en el escenario o el museo puedan hacerlo en el mundo digital, sino necesario. De manera paralela, los retos que siempre ha tenido la industria de falta de accesibilidad, carencia de educación cultural y precariedad laboral siguen presentes.
Es claro que las industrias culturales deben innovar para poder enfrentar los desafíos actuales de forma creativa y seguir encontrando audiencias nuevas en el siglo 21.
Ahora la pregunta es, ¿Cómo hacerlo?

En los siguientes 3 capítulos examinaremos por medio de casos de estudio, tres de los más grandes retos a corto, mediano y largo plazo para la industria cultural en un mundo post pandemia y cómo podemos afrontarlos por medio de las herramientas digitales y su utilización estratégica para las organizaciones, colectivos e individuos de la cultura.

  • La industria del cine perdió diez millones de puestos 
  • 1/3 de las galerías de arte redujeron a la mitad su personal, 
  • el cierre de la industria musical costó más de 10.000 millones de dólares

Impacto de la Pandemia en el sector cultural a nivel mundial en 2020.
Fuente: La Pandemia que apagó la Cultura; El espectador.

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Capítulo I

La cultura se va para la casa

Durante los meses con mayores y más estrictas restricciones de movilidad por motivo de la pandemia, el sector cultural a nivel mundial se puso en modo de supervivencia y en muchos casos fue obligado a adaptarse rápidamente al formato digital para no desaparecer en medio de la incertidumbre económica y social.

En esta primera fase de pandemia se destaca la rápida innovación del sector para lograr llevar la magia del espectáculo a las pantallas. En nuestro contexto caleño, trabajamos de la mano de Incolballet, una institución educativa pública con enseñanza profesional de ballet con más de cinco décadas liderando un modelo único de formación artística en Colombia. En abril de 2020, los artistas de Incolballet no sabían cuándo volverían al teatro. Sin embargo, llevaban meses trabajando en la obra ‘La culpa es del son’ de la Compañía Colombiana de Danza Contemporánea, y no iban a permitir que la situación hiciera que se perdiera todo su arduo trabajo. Necesitaban un aliado para llevar la obra a lo digital, y lo encontraron en Hay Día.

Pero no basta únicamente con llevar las obras tradicionales a formatos digitales. Un momento de coyuntura exige acciones en distintos ámbitos que permitan posicionar las organizaciones culturales en las discusiones que se llevan a cabo en esferas sociales: Por ello, dentro de la estrategia digital que iniciamos en mayo de ese mismo año creamos un universo de contenidos alineados con los objetivos estratégicos de la institución logrando en 1 año de estrategia consolidar un proceso que ha fortalecido a la marca Incolballet y sus compañías de danza profesional.

¿Qué logramos?

En el segundo semestre de 2020, cuando se implementó la estrategia digital de Incolballet logramos:

  • Aumentar el alcance de nuestro contenido en un 41% frente al primer semestre de 2020.
  • Aumentar los seguidores nuevos en un 128% frente al primer semestre de 2020.
  • Aumentar las interacciones en un 172% frente al primer semestre del año 2020.
  • Aumentar los minutos reproducidos de las obras virtuales en un 240% frente al primer semestre del 2020.

Esta experiencia nos comprobó que la virtualidad, si es abordada de forma estratégica, más que un problema, es una oportunidad para llegar a nuevas audiencias; apoyar procesos de formación de público y mantener viva la promesa de valor de las artes escénicas para con sus públicos.

Capítulo II

El fortalecimiento de la cultura

Después del shock inicial de la pandemia, muchas entidades públicas y privadas promotoras de la cultura se enfrentaron al desafío de diseñar programas e iniciativas que ayudarán a la industria a sobrevivir en un contexto donde los teatros, las galerías, los museos y los espectáculos estaban cerrados de forma indefinida.

Para esto, fue necesario brindar nuevas herramientas y habilidades a los actores de la industria cultural que les permitieran ser exitosos con sus proyectos en el ámbito digital e impulsar el emprendimiento y la innovación cultural en medio de la crisis.

Un desafío adicional fue la necesidad de hacer este proceso de enseñanza de manera virtual en regiones donde muchas veces la penetración del internet no es alta.

En esta primera fase de pandemia se destaca la rápida innovación del sector para lograr llevar la magia del espectáculo a las pantallas. En nuestro contexto caleño, trabajamos de la mano de Incolballet, una institución educativa pública con enseñanza profesional de ballet con más de cinco décadas liderando un modelo único de formación artística en Colombia. En abril de 2020, los artistas de Incolballet no sabían cuándo volverían al teatro. Sin embargo, llevaban meses trabajando en la obra ‘La culpa es del son’ de la Compañía Colombiana de Danza Contemporánea, y no iban a permitir que la situación hiciera que se perdiera todo su arduo trabajo. Necesitaban un aliado para llevar la obra a lo digital, y lo encontraron en Hay Día.

Sacúdete con tu cultura fue uno de estos proyectos donde de la mano del Ministerio de Cultura, la universidad EAN y la Fundación Acua tuvimos la oportunidad de desplegar una estrategia digital a nivel nacional para apoyar a los jóvenes emprendedores culturales en su proceso.

Está claro que la pandemia trajo cambios significativos pero también llegaron oportunidades para la industria cultural, sobre todo de llegar a audiencias más jóvenes que habitan los entornos digitales de forma natural.

Sin embargo, llevar la esencia de una marca cultural -incluso una fuertemente consolidada-, al ámbito digital no es tan fácil como abrir una cuenta en redes sociales y publicar fotos o videos de vez en cuando. Para que la voz de nuestra marca no se pierda entre el ruido digital, es necesario saber escuchar y hablar de forma estratégica a nuestra audiencia digital.

Empezamos a trabajar con Bellas Artes Institución Universitaria con el objetivo de renovar su imagen y replantear su forma de comunicarse en el formato digital, creando líneas estratégicas para guiar la creación de contenido de valor para sus diferentes públicos internos y externos tales como: futuros y actuales estudiantes, egresados y colaboradores de la institución, pero conservando su esencia como la primera universidad del arte en el suroccidente colombiano.

En la definición y evaluación permanente de la estrategia digital de Bellas Artes, se logra fortalecer una comunidad digital compuesta por estos públicos objetivos, personas que encuentran valor y sienten una genuina conexión con nuestra marca. Esto es importante ahora más que nunca.

Aunque las obras y las clases vuelvan a la presencialidad, las redes sociales y la virtualidad siempre serán parte de nuestras vidas, y para las nuevas generaciones, cada vez más son su forma preferida de explorar e investigar el mundo y de comunicarse.

Tener una marca digital bien estructurada, con un mensaje atractivo y coherente y una comunidad de seguidores consolidada ya no es una opción para la industria cultural, porque como nos mostró la pandemia, las tendencias de consumo digital llegaron para quedarse y no las podemos ignorar.

 

Para asegurar que nuestra estrategia digital sea coherente con las verdaderas necesidades del cliente y del público, siempre que se empieza un proceso con una marca cultural partimos desde el azimut. El azimut, o norte verdadero, es el propósito u objetivo que nosotros cumplimos como agencia para el cliente. ¿Qué le vamos a aportar a esta marca para el cumplimiento de sus objetivos? Después de definido el azimut a través de un proceso de exploración y creación con la marca, el paso siguiente es definir las líneas de contenido que responden a ese azimut.

El azimut funciona como una brújula que nos apunta siempre al norte, para todo el contenido que se crea y cualquier acción de marca que se emprenda, sea de valor y responda a las verdaderas necesidades de nuestros clientes. Conoce aquí las líneas de contenido de Bellas Artes.

 

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Es cierto que el arte y la cultura están en constante innovación y no están exentos de participar en el ecosistema digital, las nuevas formas de comunicación y las redes. La tradición cultural no se pierde en estos medios, al contrario, si tenemos un norte verdadero, una estrategia digital cohesiva y unas líneas de contenido definidas, nuestra marca crecerá y la cultura se verá enriquecida y llegará a nuevos públicos en el espacio digital, por eso la invitación es ¿Trabajamos por descubrir el norte verdadero de tu marca cultural?